La inestabilidad y desequilibrios del organismo nos viene dados por la sucesión de momentos de transición, así como las variaciones debidas a las estaciones del año. En Yoga con Amba, especialistas del yoga en Lanzarote, sabemos que las torsiones en la práctica de yoga ayudan en el proceso de adaptación creando movilidad a lo largo del eje central y activando la circulación sanguínea hacia los órganos internos y el sistema espinal. Son un medio excelente para recobrar la armonía y el equilibrio físico y mental.
Uno de los objetivos generales del trabajo del yoga físico es compensar los desequilibrios y asimetrías en el cuerpo y en la respiración. Cuando practicamos yoga empezamos a descubrir y percibir esos desequilibrios a medida que se van ejecutando las diferentes asanas. Nuestro centro de gravedad se encuentra en el abdomen y dicho núcleo es la sede de los principales órganos vitales de nuestro cuerpo. Un beneficio generalizado de las torsiones es que ayuda a generar el denominado “fuego digestivo” beneficiando el movimiento gastrointestinal y mejorando la función del hígado y órganos digestivos. Esto es debido a que los órganos internos se giran al mismo tiempo que el tronco recibiendo un masaje que promueve el correcto funcionamiento orgánico además de facilitar los procesos de digestión y eliminación. Ayudamos así a nuestro cuerpo con sus funciones internas lo que repercute de forma positiva en una sensación de bienestar generalizada.
Las posturas de torsión espinal evidencian las asimetrías en las piernas, las articulaciones de caderas y zona sacro ilíaca, columna, caja torácica y cuello de forma notable. La forma esencial de abordar, iniciar y mantener las posturas de torsión es similar. Antes de entrar en la postura, una exhalación profunda tonifica el suelo pélvico y ayuda a crear una sensación de conexión con lo que sostiene el cuerpo. Este enraizamiento permite crear espacio en cuerpo, mente y sistema nervioso para detenerse por un instante y prepararse a sentir la siguiente inhalación de forma plena. La exhalación crea la base necesaria por medio de la pared abdominal para que el cuerpo se expanda en la inhalación e inicie la rotación en la siguiente exhalación.
En todas las posturas de torsión es necesario sentir el alargamiento a través del eje central de la columna hasta la parte alta de la cabeza. Es necesario entonces ser muy conscientes de no crear más tensión en otras zonas del cuerpo (tensar la mandíbula, cara, hombros, cuello) y ajustar el grado de rotación para que la respiración fluya con libertad. En Yoga con Amba, expertos del yoga en Lanzarote, sabemos que a través del trabajo con torsiones no solo proporcionaremos flexibilidad a nuestra columna vertebral sino que mejoraremos nuestra conciencia respiratoria al tiempo que liberamos gran parte de la tensión acumulada en los pequeños músculos que rodean la columna vertebral.
Imagen: Clara Bon Photography
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