Yoga con Amba – Paola Cejas
AMBA. En India me dieron este precioso nombre, su significado es «Madre como Diosa»
Yoga y respiracion.
Mi nombre es Paola, pero en la India me dieron el nombre de Amba, que significa «Madre como Diosa». Nací en Buenos Aires, pero en el 2003, la vida me llevó a la mágica isla de Lanzarote, un lugar cargado de energía volcánica, frescura marina y paisajes encantadores. En este entorno, similar a la luna, comencé mi viaje con el yoga y respiración.
Mi primer encuentro con el yoga fue en la isla de Gran Canaria en 2007, y allí descubrí algo increíble: me encontré a mí misma. A través del yoga, entendí el enorme potencial que todos tenemos para cambiar hábitos y pensamientos, además de la importancia de la respiración consciente para alcanzar una mayor consciencia en la vida.
Comencé con Hatha Yoga, pero luego me sumergí en el Vinyasa Yoga gracias a mi profesora Camino Diez en Lanzarote. Después de 5 años de práctica constante, decidí profundizar en la filosofía hindú y viajé a los Himalayas para estudiar intensamente en la Escuela Sivananda. Fue en India donde me comprometí con mi sadhana y escogí el mantra de Ganesha como parte de mi práctica diaria. Este compromiso me llevó a adoptar el nombre Amba.
A lo largo de mi camino, también estudié Yoga para Niños y me formé en Yoga Prenatal, además de impartir clases de yoga en contextos tan diversos como una penitenciaría en Tahiche. La respiración consciente y el yoga se convirtieron en pilares fundamentales en mi vida.
Antes de dedicarme completamente al yoga y respiración, trabajé en el sector bancario. Sin embargo, la vida me enseñó que mi verdadera pasión estaba en compartir los beneficios del Vinyasa Yoga. Por ello, en 2013 decidí dejar mi trabajo en la banca para dedicarme a enseñar yoga. También me formé en Masaje Tailandés y realicé varios cursos y retiros con maestros reconocidos.
En la actualidad, con 500 horas RYS de formación, sigo practicando y enseñando yoga en mi Shala en Playa Honda. El yoga y respiración me han enseñado a mantenerme presente y consciente, y a aceptar la vida tal como viene.
La vida me mostró el camino hacia el yoga, enseñándome a encontrar una salida al estrés y las preocupaciones. A través de la respiración y el yoga, he aprendido a reflexionar y aceptar la vida en todas sus formas. Hoy, en mi Shala, sigo desarrollándome como persona y como profesora, gracias a la constancia de mis alumnos.
Namasté, Amba